Experiencias de 2 años trabajando
La experiencia adquirida
¡Buenos días a todos!, tiempo sin contactaros, va a ser verdad el hecho de que el día a día te absorbe, y que es complicado compaginar tu ocupación principal con algunas otras complementarias.
Veréis, no os vengo a hablar de nada tecnológico, ni de ningún cambio en el mercado debido a la inclusión de la variable tecnológica. En lugar de esto, he decidido escribir un artículo, narrándoos algunas valoraciones que he ido cultivando a lo largo de estos dos primeros años de trabajo. Con el objeto de que pueda ser fácil de leer, si os parece, lo estructuraré en distintos ítems. Empecemos:
-Los comienzos son desde abajo: “creían que iban a salir de ministros” frase de la madre de uno mis compañeros unos meses después de finalizar nuestro master. Pues puede que en un futuro lo seamos, pero de momento se empieza por abajo, el golpe con la realidad es doloroso, pero hay que luchar para volar.
-Crece mi escepticismo a la formación reglada: creo, bajo este respecto, que existe una ley no escrita, por la cual, si sabes “buscarte la vida”, tienes un gran camino recorrido, y si no, ya te las ingenias para recorrerlo. La educación vale, por supuesto, pero el tener empuje y el ser resolutivo vale mucho más.
-Los RRHH válidos y competentes, son muy escasos en el mercado, son resolutivos, comprometidos y saben gestionar. La gestión y el recruitment de estos, como el de toda persona brillante, es complicada.
-Durante estos 2 años, he tenido la oportunidad de compartir mesa con algunas personas “hiper brillantes”, una pequeña conversación con ellos es incalculable a nivel de aprendizaje.
-Los compromisos y la dedicación a la actividad laboral, sobrepasa horarios, permisos, contingencias…, se prima la consecución de objetivos, y no el trascurso de las horas. Siendo esto directamente proporcional, a las responsabilidades que quieras asumir, y temas que quieras mover.
-En las empresas tecnológicas (y en muchas otras), el conocimiento reside en las personas, una fuga de estas significa una pérdida del mismo (con todo lo que eso significa). Esto acompaña a la idea ya aceptada, de que las empresas son sus RRHH, y tienen las capacidades que residen en estos, escaladas a la N si se sabe trabajar en equipo.
-Los mercados altamente competidos, destruyen beneficios y márgenes. Las innovaciones relevantes se premian con ventajas competitivas, o incluso, con monopolios. La mayoría de las empresas compiten en océanos rojos, con márgenes reducidos y multitud de frentes en el día a día.
-El mercado demanda empresas especialistas. En este sentido, el dedicarse a todo no vale, hay que especializarse en un nicho, demostrar que estás especializado, y aportar valor a tus clientes.
-Las “buenas ideas” en el mercado son abundantes, no tanto la ejecución de las mismas, que, en un porcentaje muy alto, fracasan por el camino.
-El poder de las referencias es muy alto, máxime si estas son a su vez líderes en el mercado donde operan.
-Queda comprobado que, la adquisición de nuevos clientes, es mucho más costoso (en dinero y tiempo), que la fidelización de estos. Así pues, al cliente debes de cuidarle, y seguir aportándole valor en cada proyecto.
-A la hora de conseguir nuevas cuentas, la constancia y la paciencia son elementos fundamentales, has de saltar muchos obstáculos, y debes buscarte la vida para hacerlo. El llegar en el momento oportuno también, y es que más vale llegar a tiempo que rondar 100 años.
-El valor de marca es fundamental para la subsistencia y el triunfo en el mercado. Una mala marca en sombra un buen equipo y producto, aunque también hay casos contrarios, en los que una marca sólida camufla a empresas mediocres.
-El hecho de disponer de una estructura de empresa fuerte y solvente, te hace tener un poderoso back-up de cara a determinados clientes. Sin embargo, juega en detrimento en determinadas luchas, donde el intrusismo aparece en escena, y compite a muy bajo precio, entrando por tanto en la cuenta (aunque después el mantenimiento y evolución les resulte prácticamente imposible de realizar).
-En un mundo de especulación y grandes burbujas, el crecimiento sostenible de las empresas, aunque menos atractivo, es una buena vía para la subsistencia y permanencia en el largo plazo.
A nivel personal, queda claro que la vida es rápida, hay que aprovecharla bien, y disfrutar con lo que haces, el precio a pagar si te empleas en proyectos sin ilusión y proyección, es el de sacrificar una amplia parte de tu tiempo. Planificarse bien y no perseguir metas momentáneas, sino la búsqueda del mantenimiento en las cúspides.