Nuevos factores de producción
El dato: nuevo factor de producción
Consecuencias sobre la totalidad del sistema
Tierra, trabajo, capital y organización, quizá te suene a clase de historia de instituto, en la que se hablaba de la teoría económica a partir de la cual se explicaba la generación de todo bien y/o servicio presente en el mercado. Estos, podían ser utilizados en sí mismos, o en su defecto, ser transformados, para la consecución de dicho fin.
Posteriormente, se empezó hablando de un factor que ha tenido y tiene un peso muy importante en el sistema, el capital humano, entendiéndose este como aquel que determinaba la calidad y tipología del trabajo que se realizaba. Esta terminología, se introdujo por la necesidad de añadir esa preparación y cualificación, que los humanos empezábamos a tener en el desempeño de mencionadas actividades productivas.
Como toda teoría, ha ido evolucionando a lo largo de los años, introduciendo y dejando atrás conceptos, como la introducción del término productividad, que permitía reflejar la relación entre la producción obtenida, y los medios utilizados para dicho propósito.
Como no podía ser de otra manera, la inclusión de la tecnología en nuestros mercados, ha provocado una modificación sustancial de esta más que madura teoría. Si extrapolamos el razonamiento de la economía clásica a los tiempos actuales, vemos una clara predominancia del capital y el factor humano, pero, sin embargo, si estudiamos la tendencia para el futuro, vemos que nuevos factores como el dato, la transformación de este mediante el análisis y tratamiento, y el surgimiento de tecnologías como la inteligencia artificial, dan lugar a un nuevo sistema productivo.
En este nuevo sistema, hablamos de una sustitución del capital humano, que no solamente atañe a las tareas menos cualificadas, sino también a las que más capacidad de análisis y raciocinio requieren. Asimismo, hablamos de una multiplicación de esa variable llamada productividad, que desemboca en una ruptura de ese techo, creado por los límites de la inteligencia humana.
La cuestión es, ¿como está atrayendo este nuevo y atractivo factor al capital?, pues bien, se estima que en el pasado 2017, se alcanzó una cifra de 30000 millones de inversión en sistemas cognitivos en los que predominaban AI, lo que supuso un aumento vertiginoso respecto a años anteriores. Esta tendencia, lejos de ser aislada, se está replicando en este año, y sin lugar a dudas, se replicará en años venideros.
A la cabeza de estos inversores, las grandes tecnológicas, como Google, Amazon, IBM…, quienes se estima que aportaron cerca del 80 por ciento del montante total de dicha inversión. Esta predominancia de multinacionales americanas, hace que USA se imponga a nivel mundial en este nuevo tablero productivo, muy por encima de China y Europa.
Sin embargo, la inversión en inteligencia artificial todavía es pequeña, ya que, si la comparamos con otras tecnologías y conceptualizaciones de negocio, vislumbramos un porcentaje de tan sólo el 3% (bien es cierto que esta cifra aumentará exponencialmente en los próximos años).
¿Nos veremos desplazados del propio sistema productivo que nosotros mismos creamos?, ¿seremos tan improductivos por nuestras limitaciones fisiológicas y mentales que ya no tendremos cabida en este nuevo sistema?…
El tiempo y el desenlace de los acontecimientos dilucidarán estas cuestiones.