Los golpes de Estado del siglo XXI:
Los golpes de Estado del siglo XXI:
Algo más sibilinos…
La inclusión de la tecnología, como nueva variable transversal en los mercados existentes, es algo latente y palpable a simple vista. Los sectores tradicionales, al entrar en contacto con esta nueva variable, mutan, dando lugar a nuevas conceptualizaciones de negocio, que poco tenían que ver con las anteriores.
Pues bien, la política, no ha sido una excepción, sino que acontecemos, a grandes cambios en la manera en la que se lleva a cabo. En el presente post, no vamos a hablar de los tweets políticos, ni de las fotos de los políticos en Instagram, ni si quiera de los vídeos retrasmitidos en directo de los debates parlamentarios, pues parece una salida un poco obvia al tema tratado, y, por ende, con bajo interés.
El 23 de febrero del 81, veíamos entrar a un teniente coronel, pistola en mano, en el Congreso de los Diputados. De su “quieto todo el mundo”, y sus disparos en el techo, ya han pasado 37 años, en los que el mundo, nos guste o no, ha cambiado, y mucho. La tecnología, en la actualidad, representa, en su cara más oscura, una potente arma de manipulación, usada sin dudarlo, por grandes corporaciones y gobiernos mundiales. El fenómeno de las “fake news”, ya acapara un porcentaje nada desdeñable del volumen real. Y se estima, que, en las elecciones americanas, de las que Trump salió victorioso, las 20 noticias falsas más virales, acumularon 9 millones de reacciones en Facebook (frente a los 7 millones de sus homónimas reales).
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En realidad, las fake news, no es algo nuevo, ya que, siglos atrás, ya se utilizaban como medio de manipulación mediática, en panfletos y comunicaciones. Sin embargo, la inclusión de la RRSS en nuestros día a día, ha proporcionado, un perfecto medio de propagación, para este tipo de contenidos, que viajan a velocidad vertiginosa a través de la red, y calan en la mente de los votantes, con una velocidad pasmosa.
Y es que… ¿para que entrar en un Congreso pegando tiros, si puedes introducirte en las mentes de los ciudadanos?, inculcándoles ideas que hagan peligrar el status quo, y provocando una revolución interna. ¿Para que utilizar la violencia directa, si puedes provocar que tu enemigo, se desintegre en sus luchas internas?
El escenario en el que la tergiversación se fragua, no es otro, que las grandes Redes Sociales, ya que, son precisamente estas, las que por haber sido pioneras en el concepto del Social network, pudieron presentar espacios generalistas, donde compartir material de todo tipo, sin necesidad de especializarse en nichos, para poder tener salida en el mercado. Estas, cuentan con esas masas críticas de usuarios, que, por otra parte, constituyen su mayor activo, pues les otorga, esa máxima capacidad de propagación!
Las masas críticas juegan un papel crucial, y buena prueba de ello, es alguna red social de capital americano instalada en Cuba (ninguna de las famosas), que según Wikileaks, pretendía, mediante el disfraz de red recreativa, instalar una determinada corriente de pensamiento, en la isla castrista.
Lleno de ejemplos está el mundo, las conceptualizaciones cambian, aunque en el fondo, el mismo modo de proceder se esconde tras ellas, eso sí, presentándose de formas mucho más sibilinas que en el pasado.